jueves, 24 de abril de 2014

ESPASMOS MUSCULARES.

El espasmo muscular o calambre es una Contracción muscular dolorosa e involuntaria de un músculo o grupo de ellos que puede hacer que estos se endurezcan o se abulten. Puede darse a causa de una insuficiente oxigenación de los músculos o por la pérdida de líquidos y sales minerales como consecuencia de un esfuerzo prolongado, movimientos bruscos o frío. El envenenamiento o ciertas enfermedades también pueden causar calambres, particularmente en el estómago. Suele mejorar o desaparecer realizando ejercicios de estiramiento de la zona afectada, descansando y tomando algún tipo de relajante muscular o anti inflamatorio.
En el caso de las personas que realizan mucho ejercicio o un ejercicio continuado es recomendable tomar bebida isotónica, que contienen los iones que necesitan los músculos para disminuir la fatiga o recuperarse antes. Los espasmos producidos en un cuadro de fibromialgia cursan de la misma forma, pero su recuperación es más lenta y casi siempre suele dejar contracción muscular en la zona espasmada.



Diagnóstico.

Los espasmos musculares se diagnostican por la presencia de músculos tensos o duros que son muy sensibles al tacto y no existen estudios imagenológicos ni exámenes de sangre que puedan ayudar a diagnosticar esta condición. Si la causa del espasmo es la irritación de un nervio, como sucede en la espalda, una imagen por resonancia magnética (IRM) puede servir para determinar la causa de dicha irritación.



Etiología.

Los espasmos musculares suelen suceder después de un ejercicio intenso y con gran actividad muscular. Algunas personas sufren espasmos mientras están durmiendo debido a una alteración de la irrigación sanguínea a los músculos; por ejemplo, después de comer, la sangre fluye principalmente hacia el aparato digestivo más que a los músculos. Los calambres suelen ser inofensivos, no requieren tratamiento y la forma de prevenirlos es evitando el ejercicio después de comer y haciendo estiramientos después de practicar ejercicios.

En cuanto a los espasmos musculares asociados al ejercicio, popularmente se cree que son el resultado de la producción y acumulación de ácido láctico en el músculo. Para producir energía, en las células la glucosa es oxidada por el oxígeno que respiramos, dando como productos agua, anhídrido carbónico y energía. En condiciones normales, el organismo está capacitado para absorber una cantidad suficiente de oxígeno para oxidar la glucosa, pero en caso de realizarse alguna actividad física prolongada, esta cantidad puede ser insuficiente. En ausencia de oxígeno, la glucosa se transforma en ácido láctico. Sin embargo, no se han encontrado pruebas a favor de esta idea.

Una teoría más plausible se basa en el funcionamiento como pares antagonistas de los músculos esqueléticos: por ejemplo, la contracción del bíceps está asociada a la relajación del músculo tríceps braquial. Esta contracción y relajación muscular está mediada por dos tipos de proteínas, miosina y actina. La miosina se une a la actina durante la contracción y se libera durante la relajación. El proceso de relajación requiere que la miosina esté unida a una adenosín trifosfato (una molécula usada por los procesos celulares para intercambiar energía) y magnesio. La cantidad de ATP y magnesio disminuye durante el ejercicio, provocando que la miosina no pueda desprenderse de laactina y, por ende, que el músculo no pueda relajarse produciendo los calambres.Además de magnesio se ha sugerido que otros electrolito, como el calcio o el sodio, podrían estar implicados.
Estudios más recientes muestran que la mencionada depleción de minerales o la deshidratación tendrían poca importancia en el desarrollo de los espasmos musculares. Al parecer la principal causa de los calambres asociados al ejercicio estaría relacionada con un control neuromuscular alterado. El ejercicio intenso provocaría una sobrexcitación de las moto neurona y una disminución de las señales inhibitorias del sistema nervioso central hacia estas neuronas. Este estado se alcanza cuando el músculo se fatiga y de continuar estimulando el músculo más allá de este punto se corre el riesgo de que se produzcan contracciones involuntarias, es decir calambres. Una forma efectiva de prevenir calambres es hacer que el sistema nervioso central envíe un mayor número de señales inhibitorias, lo que se logra estirando el músculo . Esto explicaría por qué estirar los músculos después de hacer ejercicio previene los calambres.
En resumen, no existe evidencia científica a favor del ácido láctico como responsable de los espasmos musculares; la evidencia científica a favor de la depleción de minerales es muy débil y, si bien la hipótesis del control neuromuscular alterado requiere de mayores investigaciones, sería la mejor explicación científica disponible.





Prevención.

  1. Hacer estiramiento para mejorar la sensibilidad.
  2. Modificar las sesiones de entrenamiento para ejercitarse dentro de las capacidades que tienes.
  3. Beber mucho líquido mientras se hacen ejercicios e incrementar la ingesta de Potasio que se puede encontrar en fuentes como el zumo de naranja , los bananos
    y el tomate.










MAQUINA CONTRA ESPASMO MUSCULAR.



















     Consiste en una zona caliente y un zona fría, ya que un espasmo muscular se calma utilizando ambos componentes y claro esta, un masaje.

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